A lo largo de la historia de la humanidad, ha existido un modelo predefinido de roles y actitudes más específicas de hombres que de mujeres y viceversa. El hombre era el cazador y su trabajo consistía en mantener a su familia, mientras que era la mujer quién se encargaba de cuidar el hogar y a su prole.
A nivel histórico, parece que el nivel de predominio del poder del hombre sobre la mujer ha sido impuesto y claramente favorable para él. Pero desde hace pocos años, si tenemos en cuenta el origen de la especie humana, las cosas están cambiando y mucho.
La mujer ha empezado a cambiar su rol y a entrar por la puerta grande en todos los sentidos, con lo cual, se ha producido un notable cambio histórico, que hasta ese momento, no hubiera podido ni siquiera imaginarse. Ha demostrado sobradamente su enorme capacidad de adaptación, su deseo de independizarse y sus más que probadas dotes de saber defenderse por sí misma.
Los patrones más clásicos y burlones de que los hombres solamente piensan en sexo y las mujeres en ropa, se están cayendo por su propio peso de forma progresiva.
Después de haber hecho una pequeña investigación personal, creo que puede ser interesante tener en cuenta cuales son las diferencias entre ambos sexos, que hoy en día, empiezan a tener una base más científica.
Para Carolina Pérez Dueñas, Dra. en Psicología de la Universidad de Granada, el cerebro del hombre es más pesado y voluminoso, pero las mujeres tienen el cuerpo calloso más grueso (haz de fibras nerviosas que unen los dos hemisferios cerebrales). Parece ser que los hombres tienen una zona hipotalámica (supuestamente la que determina el comportamiento sexual) de tamaño doble a la de las mujeres, lo cual nos lleva a saber que a los hombres les importa más el atractivo físico y la cantidad de sexo que pueden tener, y a las mujeres el cariño y la estabilidad que tengan con su pareja (prefieren más calidad en su relación).
Simón Baron-Cohen, Dr. y Profesor de Psicología de la Universidad de Cambridge, en su teoría EQ-SQ (cociente de empatización-cociente de sistematización) afirma que los hombres son mejores explorando sistemas y reglas, y las mujeres los superan en la habilidad para identificarse con los sentimientos de otras personas.
Deborah Tannen, Profesora de Lingüística de la Universidad de Georgetown de Washington D.C., cree que los hombres se concentran más en las jerarquías y/o poder, mientras que las mujeres prefieren las relaciones y vínculos socio-afectivos.
Existe también un cierto consenso en valorar que las mujeres son superiores en olfato y tacto.
A los hombres les cuesta más distinguir las emociones (tristeza, rechazo, cordialidad, seducción), y ante el estrés, tienden a ser más antisociales y violentos físicamente, mientras que las mujeres son más amigables y buscan más el contacto social-interpersonal.
Los hombres sufren más por una infidelidad sexual que las mujeres, pero son ellas las que llevan peor que los hombres las infidelidades emocionales.
Las mujeres toleran mucho mejor el dolor y son menos propensas a los problemas de memoria. Igualmente, suelen preocuparse más y con mayor intensidad que los hombres, y son mucho mejores en conductas no verbales.
Y así podríamos seguir comentando muchos aspectos.
Os dejo 2 links de enlace que creo que pueden interesaros para completar esta aproximación:
1. La del neurólogo Robert Sapolsky
2. La de la Psicóloga Chilena Pilar Sordo (EN VARIOS VÍDEOS CORTOS)
http://lawebdefran.com/index.php/en/genialidades/37-social-intrapersonal-e-interpersonal/101-pilar-sordo-diferencia-entre-hombres-y-mujeres
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