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dilluns, 31 de desembre del 2012

LIBRE ALBEDRÍO (LA)

¿Tenemos realmente los seres humanos el poder o la capacidad de elegir y tomar nuestras propias decisiones?

En psicología, el LA, tiene unas ciertas implicaciones. La mente controla algunas acciones o respuestas de nuestro cuerpo, en algunos casos de forma consciente y en otras no. Es por ello que el discernir cual es el auténtico poder del LA, suele ser muy difícil y complejo.
Cuando pensamos que estamos decidiendo libremente sobre cualquier hecho, ¿es realmente así?. Nuestro inconsciente tiene mucho que decir en este supuesto, ya que los procesos mentales que lo integran no necesitan ser prioritarios, sea por su poca trascendencia en lo que va a suceder, sea por que ya tienen un automatismo dirigido a resolver dichos procesos sin mayores dificultades. 

Al no analizar constantemente los hechos (afortunadamente), se nos escapa la influencia absoluta de actitudes externas a nosotros que determinan lo que pensamos, sentimos y hacemos. No nos damos cuenta y lo que ocurre ha generado en nosotros una elección, que es la que acabará imponiéndose. 

Como dijo Jacobo Moleschott, médico fisiólogo Holandés: “El libre albedrío no existe; no hay acto voluntario independiente de las influencias que obligan al ser humano en todo momento, y circunscriben la acción de los más poderosos”.
Franz Kafka, escritor existencialista con fuerte influencia judía, comentaba que: “Todo lo que es posible, ocurre, pero en realidad sólo es posible lo que ocurre”. 

Para Arthur Schopenhauer, filósofo alemán: “Todos creen a priori, que son perfectamente libres, aún en sus acciones individuales, y piensan que a cada instante pueden comenzar otro capítulo de su vida… Pero a posteriori, por la experiencia, se dan cuenta —para su asombro— que no son libres, sino sujetos a la necesidad. Su conducta no cambia a pesar de todas las resoluciones y reflexiones que puedan llegar a tener. Desde el principio de sus vidas al final de ellas, deben soportar el mismo carácter".

Quedaos con lo que más os convenga, pero sin duda, hay mucho que pensar.


LA ESPERANÇA

L’esperança és una sensació que experimentem quan les coses van malament i tenim el pressentiment de que poden millorar en un temps determinat. Però també és cert el que deia Benjamin Franklin, conegut científic nord-americà: “El que viu d’esperances, corre el risc de morir-se de gana

L’esperança dons, no hauria de dificultar-nos seguir avançant fins que arribi la milloria, ja que en cas contrari, pot passar molt de temps sense que res canviï, i mentrestant, és el possible futur el que ens dirigeix la vida i no el present, que de fet, és el temps en el que realment hauríem de viure de debò.


La por i els dubtes en front als mals moments, ens porten una i altre vegada a cometre el mateix error, esperar i esperar, a que passin les coses per si mateixes, sense valorar que hem de ser nosaltres els que ajudem a produïr aquests nous objectius que ens interessen.
Solem reaccionar quan no tenim mes remei, però ens costa fer-ho sense pressió, sigui per part dels altres o per part nostra. Fem-ho sense pensar tant en possibles conseqüències, i no esperem mes, ja que quan abans comencem, abans podrem respirar amb plenitud i de forma satisfactòria. No deixem escapar ni un minut mes de la nostra vida mantenint una espera, que en molts casos, acaba eternitzant-se, i si ha sigut així, se’ns pot passar la vida en lloc de la solució buscada.