El Dr. Fernando Chacón, en su Tesis Doctoral de1986: “Altruismo y Conducta de Ayuda”, al abordar la definición cotidiana de altruismo encuentra dos dimensiones problemáticas para su operativización científica: la consideración del altruismo como actitud opuesta al egoísmo y la exigencia de una motivación interna preocupada por proporcionar bienestar a los otros. La definición de altruismo que aparece en el Diccionario de la Lengua Española, es la de procurar el bien ajeno aún a costa del propio. Parece que las consecuencias finales son beneficiar a los otros, y eso es precisamente lo que hace que consideremos que un acto es altruista.
Aunque la consideración moral del altruismo nos lleve a una definición que incluye la motivación, sabemos que es posible ejercer la ayuda sin sufrir costes e incluso recibiendo beneficios por ello. Para resolver esta contradicción los científicos han optado por una categoría menos exigente: La Conducta Prosocial. El término “Altruismo” quedaría así reservado para los actos voluntarios que proporcionen exclusivamente beneficios ajenos. Las conductas prosociales incluirían a los actos altruistas, pero que no necesariamente serían referentes a beneficiar a los demás, sino también a nosotros mismos.
El ser humano altruista, debería pasar totalmente desapercibido, sin querer alardear y sin querer ser valorado y/o considerado positivamente por parte de los demás. Es alguien consciente de lo que se necesita y hace lo posible por ayudar, pero siempre evitando llamar la atención y desde la sombra del ansiado reconocimiento ajeno. Eso es lo que hace que el auténtico altruista parece que no exista, pero afortunadamente, sigue agazapado y sin dejarse ver, y aún así, haciéndose notar por sus hechos favorecedores hacia los demás.
Esas personas son las que realmente merecen un homenaje y un reconocimiento, y no porqué lo pidan, sino porque gracias a ellos, la vida aún tiene un cierto sentido, y muchas situaciones de pronóstico complejo o con graves riesgos para un entorno determinado, acaben milagrosamente de forma positiva y totalmente inesperada.De todo corazón y con la conciencia muy clara, solo quiero decir una frase: Gracias altruistas, por ser, estar y hacer lo que creéis correcto sin ninguna otra finalidad que el bien ajeno.