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dilluns, 11 de maig del 2020

CONCEPTOS BÁSICOS EN PSICOLOGÍA: COMO DISTINGUIRLOS.

El lenguaje coloquial, que suele ser el más utilizado, parece tener un alma propia.
Lo digo, porque en muchas ocasiones, conceptos que tienen una definición predeterminada, se utilizan con poco rigor, y eso lleva a confusiones que pueden generar actitudes negativas que influyen en nuestra vida.

Me gustaría hablar de algunos conceptos  malentendidos que se han generalizado y extendido en demasía en el entorno social.

Es cierto, que a veces, dos conceptos pueden tener algo en común, pero lo que no pueden ser es "sinónimos" el uno del otro.


Empezaré, como decía, a intentar aclarar las diferencias entre dichos conceptos para canalizar mejor una correcta información más real que supuesta.





TRISTEZA / DEPRESIÓN

Se confunden muy a menudo.






La tristeza, no es permanente ni crónica. No necesita intervención profesional.

Es un estado anímico muy conocido por todos, ya que en algunos momentos de nuestra vida, todos hemos vivido ese estado. 
Es una emoción humana que nos produce un decaimiento, un dolor interno, una decepción por algo no conseguido, una sensación de soledad de desamparo, de malestar general, infelicidad y de cierta tendencia a aislarnos demasiado. Puede expresarse de diversas formas: llanto, fatigabilidad, pesimismo, bajo estado de ánimo, etc.
A nivel orgánico, parece estar relacionada con un nivel bajo de serotonina, un neurotransmisor que se relaciona con los estados de ánimo y las emociones.

La depresión, tiende a permanecer y a cronificarse. Necesita intervención profesional.

Es un trastorno psicológico, que afecta nuestro estado general anímico, produciendo síntomas como: cansancio, fatiga, irritabilidad, dificultades en área de sueño y alimentación, sensación de culpa, baja autoestima, pesimismo, inactividad, anhedonia (no ser capaz de sentir placer en lo que hacemos), etc.

La tristeza, es un síntoma importante de la depresión. Todas las depresiones cursan con tristeza, pero las tristezas, no son necesariamente depresiones.



ANSIEDAD ADAPTATIVA / ANSIEDAD PATOLÓGICA

La ansiedad es una reacción de nuestro cuerpo, y no tiene porqué ser patológica. La ansiedad no patológica es una herramienta del ser humano que nos ayuda a adaptarnos mejor a nuestro medio. Ese tipo de ansiedad, es la que llamo ansiedad adaptativa. Mediante ella, podemos mejorar una capacidad personal o reducir de forma considerable un problema, e incluso eliminarlo/evitarlo. Aceptarla significa que somos conscientes de ciertos miedos (alturas, oscuridad, hablar en público, etc.).
Cuando no nos sirve para resolver el problema o mejorar una capacidad, y se cronifica 
con el tiempo, produciendo síntomas más importantes (ahogo, dificultades respiratorias, dolores musculares, mareos, etc.) es cuando hablamos de ansiedad patológica.

Como en el caso anterior, la ansiedad adaptativa, no necesita tratamiento ninguno, ya que suele desaparecer por si misma al poco tiempo de producirse.
En cambio, la patológica si suele requerir un tratamiento profesional, porque no podemos aceptarla y porqué influye de manera directa en nuestras conductas, en como percibimos las situaciones y en nuestra manera de ser.




AGRESIVIDAD: ESTRUCTURAL / DEFENSIVA

La agresividad, definida como una actitud (o estado emocional) de intensidad variable que puede ser tanto física como emocional, implica entre otras características la exteriorización de provocación, ataque, peleas, imposición, ira, rabia, etc.
Al igual que la ansiedad, la agresividad en sí, no deja de ser una herramienta necesaria para el proceso adaptativo. Es por esa razón, que debemos saber controlar su intensidad: un exceso nos puede llevar a un rechazo por parte de la sociedad en la que vivimos, pero si no tenemos un mínimo, nuestra adaptación puede verse enormemente comprometida.
La ansiedad estructural,  es la que hemos desarrollado en nuestra propia personalidad y es afín con nuestro carácter y forma de percibir, interpretar y vivir las diversas situaciones en general de nuestra vida. Está activa en todo momento y su variabilidad-intensidad depende más de nosotros mismos que del exterior.
La ansiedad defensiva, sólo aparece en casos necesarios, y su intensidad está muy condicionada a la situación que la provoca. Cuanto más daño podemos sufrir, más puede incrementarse nuestra respuesta agresiva, pero una vez resuelta la situación generadora de peligro, nuestra agresividad desaparece sin mostrar una línea de continuidad.

Ocurre un poco lo mismo que con la ansiedad: debe estar presente pero en su justa medida para no provocar malestar ni respuestas desadaptativas.


Debemos intentar siempre entender los conceptos de los que hablamos para conseguir un mejor nivel de conocimiento, lo cual va a favorecer la posibilidad de contrastar de forma adecuada la información que recibimos.


dimecres, 25 de març del 2020

EL CONFINAMIENTO FORZADO



Mirar adelante significa afrontar, luchar, Cualquier situación en nuestras vidas que requiera un confinamiento forzado, como en estas circunstancias provocadas por el virus COVID-19, genera un cambio radical en nuestros hábitos regulares y en la forma de vivir el cada día.

Tarde o temprano, acaba apareciendo un enemigo sigiloso, encubierto y con una influencia negativa en todos nosotros, que es el que denomino “ESTRÉS POR CONFINAMIENTO FORZADO (EPCOF).”




La base del EPCOF es cómo la del estrés que ya conocemos, pero más aguda e insidiosa, con aparición de ansiedad, síntomas disociativos [problemas de memoria, sensaciones de estar separado de uno mismo, irrealidad y/o distorsión de lo que me rodea (cosas, personas), dificultad en las relaciones personales, dificultades para aceptar y afrontar lo que nos pasa], depresión, desorientación, cambio de horarios, alteraciones de ritmos circadianos (los que se repiten cada 24 horas: sensación de hambre, ciclos de sueño, hábitos de limpieza, etc.).

Estos síntomas provocan un malestar clínico y social significativo, interfiriendo en nuestro quehacer cotidiano, afectando nuestra capacidad de concentración, nuestro rendimiento y la adecuada adaptación a nuestro entorno.

Puede aparecer desesperación ante las dudas de lo que está ocurriendo y de lo que puede ocurrir, generando desesperanza y una sensación pesimista constante que puede llegar a ser intensa.

Es por ello que debemos ser CONSCIENTES e intentar detectarlo, fijándonos en nuestra actitud, nuestro comportamiento y como reaccionamos ante cualquier hecho ocurrido. Será el primer auto-test aproximativo de cómo estamos de verdad, en relación comparativa de cómo nos veíamos o estábamos antes.

El EPCOF, tiene un claro agravante a nivel sintomático, que puede inducir a empeorar el posible pronóstico futuro. Ese agravante es el aislamiento absoluto del contacto con los demás durante un período de tiempo indefinido.

El que más se le acerca, es el confinamiento carcelario, pero en estos casos, se da una cierta relación interpersonal diaria, lo cual mitiga la sensación absoluta de aislamiento que se produce en el EPCOF.

Visto este aspecto diferencial, se entiende que la sensación de malestar es mucho más intensa, ya que la persona, en sí, puede no ser responsable directa del motivo por el cual debe estar confinada. Esta característica nos hace plantear, que una vez termine este confinamiento, los síntomas sufridos por los afectados, probablemente superen a cualquier otro tipo de estrés.

La vida puede ser percibida de forma muy distinta a como era antes. Sería conveniente realizar un profundo estudio de seguimiento a nivel mundial, y más en un caso como el que vive el planeta desde el inicio de enero del año 2020, que se ha convertido en una de las pandemias más graves y masivas de nuestro mundo (COVID-19) en mucho tiempo.

Puede que el Covid-19, reescriba la historia de la humanidad, y si es así, que lo haga en un sentido alentador y positivo. Quizás las experiencias sentidas por todos, sin excepción, nos marcan un más que probable cambio en nuestra manera de ser, en nuestro estado emocional, y en nuestra futura vida, partiendo prácticamente de cero.

Se ha paralizado nuestra vida social, familiar, profesional, y es algo que nunca habíamos experimentado con tanta realidad. En este caso, cualquier cosa que hubiésemos imaginado, ni se acercaba a lo que ha sucedido.

Pienso que en este post, no hace falta hablar de cómo combatir el estrés, todos podemos informarnos al respecto.

Lo que creo importante es matizar en lo posible, que planes de acción al respecto y cuales son viables, para que todos los afectados a nivel psicológico (y que me temo, van a ser muchos), puedan reflexionar muchos aspectos nuevos que van a ir surgiendo al retornar, poco a poco, a la normalidad.

En mi caso, y es una reflexión personal, discutida con una compañera y amiga de profesión, considero que los cocientes intelectuales de las personas (CI), no sólo deberían valorarse por la capacidad intelectual, por su conocimiento, por su cultura o por su experiencia y habilidad.

Entiendo que después de esta tormenta, los CI deberían valorar también el nivel de humanidad, lo actos sinceros de altruismo, la ayuda personal y social siempre que sea posible, minimizar el egoísmo y el narcisismo que delatan a los que se benefician sin dar ni de cerca lo que reciben, y que por una masiva consciencia social, determinados seres humanos no sigan considerando que están por encima de los demás.

Las mentiras, tarde o temprano, aparecen y destapan verdades ocultas que nadie quiere escuchar.

La ley, no es igual para todos, los derechos y las obligaciones no están equilibradas, los deseos y las necesidades están mezclados, y todas esas cuestiones, embrutecen todo aquello que alcanzan en su avance por la vida, que al fin y al cabo, fue, es y siempre será de todos, aunque, a alguien o algunos, no les guste aceptarlo.

Este aviso mundial me ha servido para reflexionar, para entender que todo lo que empieza, también acaba, y que lo que estamos viviendo en la actualidad, es un adiós definitivo a lo que hasta hoy, era el presente.

Mirar adelante significa afrontar, luchar, aceptar y no dejar de intentar aquellos objetivos que tengamos, sean los que sean, pero fundamentados en una sólida base que pueda soportar sin resquebrajarse ese peso.

Esta sólida base, a mi parecer no es tan difícil de establecer, pero hay que cuidarla siempre, como si su fuerza y estabilidad, dependiera de la nuestra.

Se basa en seis conceptos muy conocidos, pero un poco olvidados: CONVIVENCIA, TRATO, TOLERANCIA, RESPETO, AMISTAD, y FAMILIA.

Me gustaría acabar este post con un epílogo a modo de final, dónde intentaré expresar con más detalle los seis conceptos mencionados.

Como decía, todo puede estructurarse en 6 sencillas palabras, y curiosamente, en este caso, en 3 parejas que van de la mano.

LA CONVIVENCIA (saber compartir de forma adecuada lo de uno y lo de los demás. Nada es más importante que algo, todo pende del mismo soporte, y por mucho que haya, no debería sobresalir más allá de lo debido). Va de la mano con EL TRATO (forma de mostrar lo que sentimos los unos por los otros, con o sin obligaciones, elegido o no, pero necesario para que todo aquello que ocurra, salga a la luz de una forma o de otra. No siempre será el conveniente ni el más acertado, pero debe considerarse esencial. Es como un condimento que debe estar en su justa medida para no estropear lo cocinado).

LA TOLERANCIA (magnífica cualidad humana que genera una predisposición a aceptar que todos tienen algo y a la vez, podemos entenderlo, aunque no podamos aceptarlo. Es la base en la que se edifica todo lo demás). Sin ella, el ser humano no existe. EL RESPETO (es el vestido de fiesta de la tolerancia, el que debería adaptase a cualquier situación, combinado como un juego de colores aquello que más nos hace lucir. Es, a la vez, calmante, produce una sensación de serenidad y bienestar).

LOS AMIGOS (de una u otra manera son los vínculos afectivos más importantes, puesto que los elegimos nosotros, por voluntad propia, y esa elección, debería ser sincera y deseada. Están en todo momento, opinan, critican, imponen, regañan, pero también escuchan, acompañan, te besan y abrazan, y lo más importante, si son sinceros, siempre están). LA FAMILIA (este último concepto, es un capítulo aparte. Es la primera fuente de sensaciones y emociones de todo tipo. Es el primer diccionario de la vida. Iniciamos maneras, tendencias, modos, actitudes, formas y carácter. Siempre nos influye mucho más de lo que creemos, y sin ninguna duda, contribuirá a decantarnos hacia un lado u otro de la vida que tendremos. La familia, no la hemos elegido, es la que tenemos, no hay más, pero es la nuestra. No sirve de nada pensar con la cabeza. Es el único de los conceptos, que realmente necesita que en lugar de pensar, sintamos).


dimarts, 2 d’octubre del 2018

COMO AVERIGUAR PERFILES DE PERSONALIDAD CONOCIENDO LAS CONDUCTAS DE LAS PERSONAS Y NO LOS SÍNTOMAS (2)



En este segundo post, hablaré de los siguientes perfiles de alteraciones en la personalidad, es decir, de aquellos que muestran una cognición particular (en la forma particular de percibirse e interpretarse a sí mismos, a los demás y a los acontecimientos que les rodean), con posible afectividad inadecuada, con alteración en la actividad interpersonal y déficit en el control de sus impulsos. Su consciencia tiende a ser de manipulación para obtener lo que desean. 
Son los siguientes 4 trastornos: límite, histriónico, narcisista y antisocial. 


TRASTORNO LÍMITE (TLP) 






- Gran inestabilidad emocional, mostrándose tan alegres, ilusionados, motivados y colaboradores, como negativos, decepcionados, provocadores y forzados.

- Frecuentemente necesitan mucho a los demás, pero a la vez, los rechazan con suma facilidad. 

- Dan por supuesto que los demás han de saber lo que ellos quieren o necesitan.

- Captan con facilidad los puntos débiles de los demás y los utilizan para conseguir lo que quieren.

- Sus relaciones interpersonales son intensas y cortas.

- Aunque pueden ser potencialmente personas de éxito, no tienen continuidad.

- Pasan de la ingenuidad a una actitud paranoide con mucha facilidad (de extremo a extremo).

- Frecuentemente tienen “pensamientos mágicos”, es decir: sólo han de tener o hacer algo concreto para que todo vaya bien.

- No se sienten aceptados ni queridos como creen merecer.

- Las emociones, las conductas y las relaciones, cambian rápidamente en diferentes formas, según el momento.

- Tienen un funcionamiento más parecido a un niño que a un adulto.

- Sus acciones llegan al límite de lo tolerable.

- Se sienten muy vacíos y solos, teniendo bajones emocionales pasivos o bien activos

- Tienden a suprimir todo tipo de sensaciones de dolor psíquico: duelos, separaciones, frustraciones, desilusiones, etc.

- Manifiestan una alta ansiedad de separación, con necesidad de dependencia y protección.

- Suelen actuar de forma auto-lesiva (cortes, quemaduras, golpes,...).

- Frecuentemente se colocan en situaciones de alto riesgo personal.

- Absorben al máximo al otro hasta vaciarlo.

- Tienen dificultades de identidad, de saber quiénes son, con falta de perseverancia y muchos fracasos de todo tipo. Siempre es como empezar de nuevo.

- Buscan relaciones exclusivas “uno a uno”.

- Son manipuladores, hostiles y generan desconfianza a los demás con sus acciones.



TRASTORNO HISTRIÓNICO






- Muestran conductas diferentes según el interlocutor con el que están.

- Mucha preocupación por el funcionamiento del cuerpo, con abundante sintomatología somática.

- Pensamientos desproporcionados y persistentes respecto a la gravedad de sus síntomas.

- Manifiestan alto nivel de ansiedad asociada.

- Tiempo y energía excesivos dedicados a la preocupación por su salud.

- Emotividad excesiva e intensa que fácilmente se dispara pero que es difícilmente modulable.

- Gran necesidad de llamar la atención, de ser protagonistas, de seducir, de captar las miradas, de ser escuchados y de resultar curiosos.

- Notable dramatismo en la expresión de conductas y en la descripción de los hechos.

- Necesitan aprobación, acogimiento, consuelo y atención personalizada.

- Se muestran críticos consigo mismos para generar una actitud protectora por parte de los demás.

- Gran sufrimiento y malestar por lo que les pasa, debido a la sobre- dimensión e intensificación de los hechos.

- Se caracterizan por cambios rápidos i expresión plana de las emociones (belle indifference).

- Son muy sugestionables a lo que les dicen los demás.

- Manifiestan un diálogo basado en impresiones y sin detalles.

- Utilizan su aspecto físico y la seducción para atraer la atención.

- Suelen ser muy dramáticos y teatrales.

- Consideran y viven las relaciones interpersonales mucho más intensas y estrechas de lo que en realidad son.



TRASTORNO NARCISISTA






- Aparentan seguridad y explican con muchos detalles todo aquello que han conseguido (éxito que tienen en la vida en todos los sentidos.)

- Muy detallistas en el que expresan, sin ninguna duda aparente de conseguir lo que se proponen.

- No admiten un posible fracaso.

- Visión infravalorada de su entorno más cercano. Ellos, siempre son mejores que los demás.

- Muestran poca empatía con la gente que les quiere. Para ellos, querer y decirlo o expresarlo, no aporta nada, no es práctico.

- Piensan que no necesitan nada de nadie, ya que son únicos.

- No sienten necesidad ni dependencia hacia los demás.

- Son prepotentes, pretensiosos y creídos.

- La admiración que se tienen a sí mismos, sustituye la capacidad de querer y de quererse.

- NO tienen autoestima, aunque no lo parezca.

- Necesitan sentirse admirados por lo que hacen.

- Son arrogantes y tienen sentimientos de superioridad.

- Les cuesta mucho pedir ayuda al no reconocer sus insuficiencias.

- Suelen anular a sus compañeros, parejas, amigos, etc.

- Sus relaciones son de poder y utilitarias.

- La necesidad de ser importantes y “perfectos” los pueden llevar a distorsionar la realidad para interpretarla a su conveniencia.

- Transmiten un sentimiento de bienestar i optimismo en su vida cotidiana.

- Cuando las realidades no son las esperadas, viven con fantasías por ellos creadas.




PERFIL ANTISOCIAL





- Son personas caracterizadas por la agresividad, la impulsividad-explosividad y las dificultades de integración y adaptación al medio donde habitan.

- Tienen antecedentes de ser niños difíciles, mentirosos, crueles, con muchas riñas y enfrentamientos con normas y figuras de autoridad.

- Les cuesta ser constantes y mantener unos rendimientos generales aceptables.

- No saben responsabilizarse de casi nada.

- No son capaces de establecer relaciones afectivas estables ni a nivel familiar, ni social ni de pareja.

- Viven para sí mismos apartándose de todo lo que suponga colaboración, compartir o ayuda a los demás.

- Tienen un carácter irritable y muy poca tolerancia.

- No saben planificar ni organizar tareas importantes.

- Muestran dificultades para dar y recibir afecto.

- Son egoístas, desinteresados y despreocupados respecto a los demás.

- Los caracterizan conductas antisociales y delictivas.

- Suelen tener problemas de consumo de estupefacientes.

- No tienen ninguna prudencia, siendo propensos a situaciones de alto riesgo.

- Mucha promiscuidad a nivel sexual.

- Pueden mostrarse encantadores y facilitadores pero a nivel superficial.

- No resulta extraño que tengan un alto nivel de inteligencia.

- No manifiestan remordimientos ni ningún tipo de verguenza.

- Poca capacidad de juicio crítico i muchas dificultades para aprender de la experiencia.

- Son manipuladores y parece que disfruten haciendo daño.

- Abusan de drogas y de excesos en general.

- Pueden ser violentos en situaciones que no lo requieren.

- Mucha tendencia a culpar siempre a los demás de lo que pasa.




Sólo a modo de recordatorio la intención de esta serie de post era poder conocer los distintos perfiles de personalidad, no en base a síntomas clínicos sino a través del comportamiento que expresa la persona en concreto, tanto a nivel familiar como a nivel social.
Creo igualmente necesario comentar que este listado conductual debe ser entendido NO como una etiqueta sino más bien como conductas indicativas de posible perfil.



















divendres, 24 de novembre del 2017

COMO AVERIGUAR PERFILES DE PERSONALIDAD CONOCIENDO LAS CONDUCTAS DE LAS PERSONAS Y NO LOS SÍNTOMAS

En muchas ocasiones solemos definir a los demás en base a los síntomas que presentan, y puedo asegurar que esta costumbre es mucho más compleja y difícil de lo que nos creemos.

Gracias a la información que obtenemos al navegar por google, damos por supuesto que seremos capaces de conocer y entender como son las personas.

Los profesionales de salud mental trabajan con síntomas para establecer los diversos posibles diagnósticos de sus pacientes, pero esta información, es solo una parte de lo que tenemos a nuestro alcance para saber exactamente que ocurre en cada caso.

Es necesario aclarar que los síntomas de un trastorno etiquetan a una persona, pero en la vida cotidiana, es el comportamiento el que marca que posible personalidad tenga cualquiera de nosotros.

Por ello, me gustaría hablar de conducta y comportamiento del ser humano, antes que de los síntomas que lo clasifican de manera nosológica.

Los perfiles de personalidad basados en cómo se comporta un ser humano, nos ayudan a entender que le pasa y como puede expresarse en todos los sentidos.

En este post, intentaré resumir cuales son los comportamientos más característicos de los distintos perfiles agrupados por manifestaciones conductuales.

Debido a la gran cantidad de información y extensión de la misma, solo me referiré a los más frecuentes y lo haré en varias publicaciones consecutivas.

En este primer post, hablaré de los siguientes perfiles de signo neurótico, es decir, de aquellos que sienten y son conscientes de su malestar. Son los 4 siguientes: ansiosos, depresivos, fóbicos y obsesivos.




PERFIL ANSIOSO

    


- Se preocupan mucho por los demás, incluso más que por ellos mismos.
- Suelen ser amables y a estar dispuestos a ayudar.
- Evitan los enfrentamientos y los posibles conflictos siempre que pueden.
- Buscan y necesitan tener el control para que todo ocurra como han previsto.
- Reprimen y contienen emociones y/o sentimientos.
- Manifiestan inestabilidad emocional: ira/lloro/alegría....
- Pueden aparentar tranquilidad, pero solo externamente.
- Tienden a los excesos: beber, fumar, comer, comprar, sexo, etc.
- Son excesivamente sensibles pero también reflexivos.
- Son inseguros, preocupados por lo que pensarán los demás.
- Muestran miedo y sentimientos de culpa frecuentemente.
- Son sobreprotectores i quieren ayudar siempre, incluso en exceso.
- No saben del todo lo que realmente quieren (confundidos).
- Dan muchas vueltas a las cosas y les cuesta decidirse.
- Normalmente su nivel de actividad es alto.
- Se desestabilizan ante cualquier problema que surge de improvisto (se ahogan en un vaso de agua).
- Siempre todo lo que hacen ha de ser productivo.
- Su nivel de sufrimiento es alto, y no pueden ni saben decir NO.
- Todo lo viven de forma excesivamente personal (comentarios, opiniones, etc.).
- No saben pedir lo que necesitan.
- Necesidad de huir cuando la situación se complica.
- Miedo a estar solos, al abandono, a ser mal vistos por los demás.
- Pendientes en exceso de sus cambios somáticos y corporales.
- Gran empatía y vivencia de los problemas y sentimientos de los demás como si los vivieran ellos mismos.
- Híper-responsables de todo lo que pasa. 


PERFIL DEPRESIVO








- No se preocupan casi nada de si mismos ni de los demás.
- Hacen las cosas porqué se las dicen, pero no por iniciativa propia.
- Son pesimistas y muy negativos en el presente y en el futuro de lo que puede ocurrirles.
- Tienen sensaciones constantes de fracasar en todo.
- Su autoestima es muy baja, mostrando inseguridad y muchas dificultades para poder decidirse por cualquier opción.
- Se ven impotentes y desbordados para soportar lo que les pasa.
- Presentan multitud de disfunciones somáticas y/o corporales.
- Tendencia al lloro fácil, a la desesperanza, y a pensar en la muerte.
- Hablan poco y de manera no constante (discontinuos).
- Tienen dificultades de atención y concentración.
- Creen que no son valorados por lo que son y/o hacen.
- Sensaciones de humillación y trato injustificado.
- Sentimientos de soledad, aislamiento, y de abandono.
- Frecuentemente se sienten muy cansados y con falta de energía.
- Asumen el rol de “víctima” con el convencimiento de que la vida los trata mal.
- No son capaces de disfrutar de coses que podrían satisfacerlos.
- Tienen actitudes y pensamientos muy limitantes de no poder hacer cosas relativamente sencillas.
- Casi hay que obligarles a hacer las cosas más básicas (alimentación, aseo, limpieza, orden, etc.).
- Pueden mostrar problemas de alimentación y de sueño prácticamente siempre.


PERFIL FÓBICO






- Sus vivencias son de miedo masivo por una situación y/o objeto que desencadena el ataque de            pánico.
- Tienen una gran tendencia a evitar cualquier novedad que no tengan controlada.
- Su consciencia es de sufrimiento excesivo, pero con una incapacidad emocional para reaccionar.
- Sienten un marcado malestar general por lo que les pasa.
- Buscan estar acompañados para hacer las cosas.
- Son muy dependientes i culpabilizan a los demás si no consiguen un acompañamiento.
- Necesitan localizar y tener el control de entrada y salida de los lugares donde están.
- Pueden mostrar agresividad cuando los obligan a hacer espontáneamente alguna acción que desconocen previamente.
- Tienen miedo a ser avergonzados, rechazados y/o humillados.
- Buscan pasar desapercibidos en grupos grandes de gente.
- Manifiestan reacciones de ansiedad física (enrojecer, sudar, temblores, etc.).
- Refieren dificultades importantes para alejarse de sus zonas y lugares habituales.

 PERFILES OBSESIVOS







- Presentan multitud de preocupaciones de diferentes tipos.
- Existencia de conductas repetitivas en diversos entornos.
- Les cuesta poder desconectarse de pensamientos o ideas.
- Son rígidos al hacer las coses y les cuesta mucho cambiar las costumbres o maneras de hacer.
- Prácticamente todo lo van haciendo como si fuera una obligación
- Se les ve cansados y con insatisfacción.
- Suelen ser más lentos que el resto haciendo actividades, con una energía per debajo de la prevista.
- Se mueven por inercia, por costumbres fijas.
- Dificultades de flexibilidad y de agilidad en tareas que necesitan una adaptación a un entorno que cambia.
- Gran tendencia a la indecisión y a la duda, en las cuestiones que más les importan.
- Pueden estar muy predispuestos al orden, a la puntualidad y al perfeccionismo.
- Suelen seguir las normAs y/o reglas de forma estricta.
- No se basan en la razón ni en lo más conveniente para ser estrictos en casi siempre.
- La duda puede bloquearlos mucho, porqué necesitan escoger siempre lo mejor o más conveniente.
- Muestran mucho temor a equivocarse y pasan mucho tiempo valorando absolutamente todo.
- Sufren mucho con las ideas que no pueden quitarse de la cabeza.
- Son conscientes de lo absurdo de su pensamiento o conducta, pero no pueden evitarlo.
- Tienen que hacer diversos rituales, algunos muy complejos, para evitar sentirse mal.

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En siguientes publicaciones continuaré con el resto de perfiles, en base a tener una idea complementaria, que pueda ayudar a conocernos más por cómo nos mostramos y no sólo por lo que sentimos.