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diumenge, 9 de març del 2014

COMUNICACIÓN Y PSICOLOGÍA.

Son un tándem básico e imprescindible para cualquier relación humana.

Hay que saber mostrar un contenido (comunicación) y hacerlo de la forma más adecuada posible (psicología). Hablaremos entonces de la psicología de la comunicación.


Me gustaría empezar definiendo éstos dos conceptos.

Entendemos por COMUNICACIÓN, aquel proceso bilateral en el que dos o más personas se ponen en contacto al opinar o dar ideas sobre algo o alguien. 
No hay que confundir comunicar con informar, ya que éste último concepto tiene un proceso unilateral, no pretendiendo realizar un intercambio. 
De ahí que la comunicación sea mucho más compleja de lo que suponemos, porque implica una emisión, una recepción, una comprensión, y una respuesta.
Por lo tanto, gracias a la comunicación, los seres humanos se conocen, se relacionan y se agrupan entre ellos según su conveniencia.



Cuanto mayor es el nivel de comunicación, mayor es la intensidad de la relación que se establece, y ello nos permite sentirnos más reforzados y motivados en nuestros propios proyectos/objetivos que nos vamos planteando a lo largo de nuestra vida.


La comunicación implica una serie de pasos necesarios para que tenga sentido:

· Ideas y/o mensajes que queremos expresar

· Desarrollar un código entre emisor y receptor para entender lo que expresamos

· Transmitir la información

· Que la información llegue al/los receptor/es

· Que se interprete lo que dice el emisor

· Una respuesta del receptor al emisor


Y es en este proceso en el que la psicología tiene una importancia capital. 
Tendrá mucha importancia la forma en que se realice todo este proceso, ya que en un sentido real, es tan importante la forma como el contenido.

Cuantas veces nos negamos a escuchar por la forma no adecuada en que nos dicen el mensaje.



Deberíamos conocer los efectos que producen en los demás nuestras respuestas y que repercusiones tienen a su vez respecto a nosotros mismos. 
Entremos de lleno en el aspecto de la PSICOLOGÍA DE LA COMUNICACIÓN

Cuantas veces en publicidad, por ejemplo, hay que tener mucho en cuenta como decimos o expresamos lo que queremos comunicar a los demás. 
Saber la forma de llegar a otros, los mecanismos de llamar la atención sobre algo y conseguir que nuestro objetivo alcance el nivel de aceptación que pretendemos, es la base de la psicología de la comunicación. Intentamos analizar y predecir lo que los demás necesitan y lo que necesitamos nosotros, con lo que gracias a este conocimiento, mejorará nuestra comunicación. 
Mediante la psicología de la comunicación, podremos cambiar aspectos y respuestas para ser más asertivos, y mejorar nuestros resultados y conductas.

A nivel de relaciones afectivas, suele ser muy difícil la comunicación inter-generacional, puesto que las diferencias en ese sentido obligan a un cambio de enfoque por necesidad, ya que si persisten los mismos formatos, la comunicación no va a mejorar.

La psicología de la comunicación no se considera en la actualidad como una especialidad ni como una disciplina independiente, sino como un campo de investigación. 
Puede que ello se deba a la subjetividad con la que se valoran los hechos que la desarrollan y que hasta que no puedan generarse leyes más definitivas, solo podamos especular con posibilidades.

Según Juan Mayor Sánchez, catedrático de la Escuela Universitaria y profesor de Psicología de la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid, el objeto de la psicología de la comunicación sería la conducta comunicativa, la comunicación conductual, la perspectiva conductual de toda conducta, la influencia de la comunicación en otros procesos conductuales y la de éstos sobre la comunicación. 



Lo más importante que querría exponer en este post es lo imprescindible de la comunicación en el ser humano y en las formas u opciones de hacerlo lo mejor posible.

Para ilustrar lo que os explico me gustaría referirme a un libro: “Parlant la gent s’estima” escrito por Ferràn Ramón-Cortés, eminente consultor y experto en comunicación personal. 



Cuando no existe una buena comunicación ni tenemos un mínimo de sensibilidad en cuidar las formas (psicología básica) se producen importantes interferencias que dificultan el establecimiento de relaciones afectivas satisfactorias. 
Es por ello que deberíamos ser capaces de generar un punto autocrítico suficiente para poder cambiar y mejorar esos déficits psicológicos y comunicativos.


Muchos de los problemas entre nosotros se deben exclusivamente a malas comunicaciones y a erróneas interpretaciones que a su vez, generan conductas de ataque, no asertivas y muy críticas con los demás.

Es conveniente reconducir estos errores a una balanza positiva que nos facilite un intercambio satisfactorio y productivo con nuestros congéneres y a la vez, tener muy claras unas estrategias que nos ayuden a conseguirlo, de las que destacan entre otras:

- Saber escuchar

- Preguntar y aclarar si nos hemos entendido

- Tener tolerancia

- Ser pacientes

- Observar más que juzgar

- No acaparar todo el diálogo ni la atención de forma permanente

- Valorar en lo posible aquello que expresan los demás

- Dar la máxima información posible a nuestros oyentes



Buscamos como siempre un equilibrio intra e interpersonal que influya positivamente para mejorar nuestra satisfacción y el placer para relacionarse a nivel social, y no solo en situaciones muy conocidas o que tenemos muy controladas.