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dissabte, 2 de febrer del 2013

LAS SUPOSICIONES

Suponer es algo que todos hacemos con mucha frecuencia y forma parte de nuestra vida cognitiva. Aún y teniendo oportunidades para averiguar lo que ocurre en realidad, solemos dar por “ciertas” determinadas suposiciones, que sin estar suficientemente contrastadas, adquieren sin ninguna razón una categoría de certeza absoluta. Ese hecho puede resultar peligroso y contraproducente, especialmente en lo que se refiere a las relaciones afectivas interpersonales. Aquello que hemos vivido y ha causado en nosotros una determinada sensación, será seguramente determinante en situaciones futuras. 

El pasado produce una acción directa y activa en la actitud del presente, que a su vez, desemboca en posibles previsiones de futuro que no sabemos si acabarán con repercusiones. 

El “dar por supuesto” condiciona una reacción emocional en cada uno de nosotros, y a la vez, una respuesta que influirá definitivamente a nuestro interlocutor. A partir de ahí, pueden producirse multitud de percepciones e interpretaciones erróneas de lo ocurrido, y como colofón final, un malentendido mayúsculo de proporciones considerables.


Es por ello que aunque nos sea más o menos difícil, mientras sea posible, deberíamos siempre buscar la verdad y no la suposición, a través del conocimiento de los hechos que se han producido. Las dudas al respecto, normalmente, nos llevan a suponer lo peor (extremo negativo) o lo mejor (extremo positivo), y en ambos casos, la decepción resultante puede ser extrema.


Comuniquemos lo que pensamos y sentimos, sin generar posibles hechos que no se sustentan en ninguna realidad contrastada. No nos dejemos llevar por las suposiciones sino por realidades tangibles y comprobadas. Nos ahorraremos muchos malestares y dolor al saber que es lo que está ocurriendo y porqué. 


Que no nos de pereza ir a buscar las explicaciones que necesitamos. Con ello, conseguiremos una paz personal e interior que nos evitará la acumulación de ansiedad, tristeza y estados emocionales de desasosiego.





A modo ilustrativo querría dejar dos frases relacionadas con las suposiciones:
• “Ni tus peores enemigos pueden hacerte tanto daño como tus propios pensamientos” (Buda)
• “En mi vida he vivido grandes tragedias, algunas de las cuales la viví en realidad” (Citada por el Dr. César Lozano de autor desconocido)